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domingo, 16 de octubre de 2011

Un tesoro en la Luna

Un mapa de la Luna que combina observaciones en longitudes de onda visible y ultravioleta muestra áreas ricas en titanio. El titanio no sólo es un valioso recurso en sí mismo sino que además resulta clave para desvelar los misterios del interior de la Luna. Los investigadores Mark Robinson y Brett Denevi, han presentado los resultados de la misión Lunar Reconnaissance Orbiter en la reunión conjunta del Congreso Europeo de Ciencias Planetarias y de la División de la Sociedad Astronómica Americana de Ciencias Planetarias.

Límite entre Mare Tranquilitatis y Mare Serenatis. El color más azulado del primero indica una mayor concentración de titanio en su superficie. Imágen: NASA/GSFC/Arizona State University.
Para el ojo humano, la superficie de la Luna se muestra en tonos grises, sin embargo, con los instrumentos adecuados, la Luna puede verse en color. Los mares aparezcan de color rojizo en algunos lugares y azul en otros. Estas variaciones de color, por sutiles que sean, nos dicen cosas importantes sobre la química y la evolución de la superficie lunar. Indican, por ejemplo, la presencia de titanio y la abundancia de hierro, así como la madurez del suelo lunar.

El equipo de Robinson ha construido un mosaico de alrededor de 4.000 imágenes recogidas durante más de un mes. La concentración más alta de titanio en rocas similares de la Tierra es de alrededor de un uno por ciento o menos. El nuevo mapa muestra que en los mares, la concentración de titanio va desde el uno por ciento a un poco más del diez por ciento.

"Todavía no entiendo por qué encontramos una concentración mucho mayor de titanio en la Luna en comparación con el mismo tipo de rocas en la Tierra. Esta abundancia de titanio nos dice algo acerca de las condiciones en el interior de la Luna poco después de su formación, y este conocimiento resulta de gran valor para que los geoquímicos puedan entender la evolución de la Luna ", afirma Robinson.

Imágen: NASA/GSFC/Arizona State University.
El  titanio se encuentra principalmente en el mineral ilmenita, un compuesto que contiene hierro, titanio y oxígeno. Futuros mineros que vivieran y trabajaran en la Luna podrían extraer estos elementos a partir de ilmenita. Además, los datos del Apolo muestran que los minerales ricos en titanio son más eficientes en la retención de las partículas del viento solar, como el helio y el hidrógeno. Estos gases también proporcionarían un recurso vital para futuros habitantes humanos en colonias lunares.

El nuevo mapa es una herramienta valiosa para la planificación de la exploración lunar. Futuras expediciones podrían visitar lugares tanto con valor científico como con un alto potencial de recursos que pueden ser utilizados para apoyar las actividades de exploración.

Los nuevos mapas también arrojar luz sobre los cambios del clima en la superficie lunar. Con el tiempo, los materiales de la superficie se ven alterados por el impacto de las partículas cargadas del viento solar y por los impactos de micrometeoritos. En conjunto, estos procesos pulverizan la roca y alteran la composición química de la superficie y por lo tanto alteran también su color. Las rocas expuestas recientemente, como las que pueden observarse alrededor de los cráteres de impacto, parecen más azules y tienen una mayor reflexión. Con el tiempo este material "joven" se oscurece y se enrojece, desapareciendo en el fondo, en unos 500 millones de años.

Los efectos del clima aparecen mucho más fácilmente en el ultravioleta que en longitudes de onda visible o infrarroja. En los mosaicos ultravioleta, incluso cráteres que se creía eran muy jóvenes parecen ser relativamente maduros. Sólo pequeños cráteres de muy reciente formación se muestran como regolitos frescos expuestos en la superficie.

Los mosaicos también han dado importantes pistas sobre por qué los remolinos lunares -formaciones sinuosas asociadas a los campos magnéticos en la corteza lunar- son altamente reflectantes. Los nuevos datos sugieren que el campo magnético desvía el viento solar cargado, retardando el proceso de maduración del remolino. El resto de la superficie de la Luna, que no se beneficia del escudo protector de un campo magnético, es erosionado más rápidamente por el viento solar. Este resultado puede sugerir que el bombardeo de partículas cargadas puede ser más importante que los micrometeoritos en la formación de la superficie de la Luna.


Para saber más: Europlanet


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