Programado para ser lanzado en 2017, el satélite TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite) de la NASA, observará más de medio millón de estrellas en los dos años de misión que tiene programados. Durante ese tiempo se espera que encuentre más de 3000 nuevos planetas fuera de nuestro sistema solar, prestando especial atención a las estrellas más pequeñas y más brillantes.
Las estrellas más brillantes proporcionan las mejores oportunidades para estudiar los tránsitos de sus planetas y poder determinar así su masa y las características de su atmósfera. TESS debería ser capaz de encontrar más de 200 Tierras o Supertierras, definidas estas últimas como planetas con un tamaño superior al doble del de la Tierra. Entre 10 y 20 de estos planetas se hallarían en la denominada “zona habitable”, es decir ni muy cerca ni muy lejos de su estrella.
Representación de la órbita de un exoplaneta y de cómo su tránsito por delante de la estrella produce una disminución en el brillo de ésta. Crédito de la imagen: NASA. |
Esta labor ha sido realizada hasta ahora, y con notable éxito, por la misión Kepler, que hasta la fecha ha encontrado más 420 exoplanetas a pesar de haber centrado su búsqueda en sólo una zona determinada del cielo. La misión TESS por el contrario no tendrá limitada su área de búsqueda y será capaz de buscar en casi todo el cielo, eso sí, concentrándose únicamente en las estrellas más brillantes.
TESS girará en torno a la Tierra en una órbita elíptica, que en su punto más alejado lo situará a la misma distancia que la Luna. Para realizar las observaciones utilizará cuatro cámaras que le permitirán realizar barridos de zonas desde el ecuador celeste hasta los polos. Cada zona será observada durante un mes, para posteriormente pasar a la siguiente zona (ver vídeo a continuación).
Es algo así como pelar una manzana con cortes verticales que se superponen en las zonas cercanas a los polos. Debido a esta superposición, las estrellas cercanas a los polos serán observadas durante más de cien días, mientras que las situadas próximas al ecuador sólo veintisiete días.
Las predicciones indican que se detectarán unos 100 exoplanetas en un rango de distancia respecto a nuestro sistema solar de 20 parsecs (unos 65 años luz) y que apenas tres de ellos estarían en la zona habitable de sus respectivas estrellas. Cabe señalar que no todos los planetas situados en esta zona serán detectados por TESS ya que ha sido diseñado para detectar especialmente pequeños planetas que orbitan estrellas de una tamaño entre el 20% y el 40% de nuestro Sol.
Al igual que Kepler, TESS medirá la disminución en la intensidad de luz de la estrella que se produce cuando el planeta transita por delante de su estrella en nuestra línea de visión. Este tipo de planetas del tamaño de la Tierra serán los más fáciles de detectar ya que se cree que son los más abundantes. Los planetas mucho más grandes también son detectados lógicamente, aunque son menos comunes.
Aunque se han encontrado muchos planetas grandes, del tamaño de Júpiter, utilizando telescopios terrestres, los planetas de menor tamaño pueden detectarse mejor desde el espacio. Una vez detectados, los investigadores tendrán oportunidad de estudiar su masa y atmósfera desde telescopios terrestres.
Alguno de los planetas detectados por la misión Kepler orbitan estrellas cuya luminosidad es demasiado débil para ser observadas por telescopios terrestres. Por esta razón la misión TESS buscará estrellas brillantes que peritan su posterior estudio desde Tierra de manera que se pueda determinar su tamaño, temperatura y masa.
Mientras que la misión TESS realizará una detección inicial, el Telescopio James Webb (JSWST), que será lanzado un año después del lanzamiento de TESS, realizará un estudio más detallado de las estrellas y los planetas detectados por aquel. Para entonces, cabe esperar que la misión TESS ya disponga de un importante grupo de detecciones con los que empezar a investigar.
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