Ha viajado al espacio en dos ocasiones y las dos veces ha hecho historia. John Glenn (Ohio, 1921) se convirtió el 20 de febrero de 1962 en el primer estadounidense en realizar un vuelo orbital. Varias décadas después, cuando tenía 77 años, se convirtió también en el astronauta más anciano en subirse a una nave espacial.
Foto NASA |
La NASA recuerda este lunes su primera gesta, que sirvió a la agencia espacial para igualar la reñida carrera que mantenían con los rusos en los años sesenta. La celebración llega en un difícil momento para la agencia espacial estadounidense, marcado por los recortes presupuestarios y la incertidumbre ante su programa espacial.
Las cosas eran bien distintas en la NASA cuando Glenn logró su gesta. En los años sesenta, en plena Guerra Fría con la URSS, EEUU dedicaba enormes cantidades de dinero en el programa espacial y a ponerse a la altura de su rival. Una inversión que no sería posible en la actualidad. Tras lograr poner en órbita el primer satélite en 1957, los soviéticos volvieron a ganar a EEUU al mandar al primer hombre al espacio en abril de 1961. La URSS mantuvo en secreto la misión de Yuri Gagarin y no la hizo público hasta que se aseguró de su éxito.
Tres semanas después, EEUU mandaba a Alan Shepard al espacio aunque se trató de un vuelo suborbital de 15 minutos. En julio de 1961 los soviéticos volvían a marcarles un gol al enviar a un segundo cosmonauta a la órbita terrestre. Guerman Titov permaneció un día entero en el espacio.
A pesar de sus esfuerzos, la NASA no fue capaz de enviar a un hombre a la órbita terrestre hasta febrero de 1962. John Glenn escribió una página en la historia espacial de EEUU tras completar con éxito tres vueltas a la Tierra en un viaje orbital de casi cinco horas a bordo de la nave 'Friendship 7'. El vuelo discurrió con calma aunque la reentrada en la atmósfera fue bastante más traumática.
En octubre de 1989 , cuando tenía 77 años, volvió al espacio a bordo del 'Discovery' para formar parte de una misión de nueve días en la que también participó Pedro Duque. El astronauta español recuerda que "Glenn llegó allí con el afán de ser uno más y la voluntad de someterse a las mismas pruebas, entrenamientos y reglas que los demás miembros del equipo de Houston". Pese a que los estadounidenses lo consideran un héroe, Duque asegura que es una persona sencilla, amable y con un gran sentido de la disciplina.
El veterano astronauta se ofreció como "conejillo de indias" para participar en una investigación sobre el proceso de envejecimiento. Los científicos han encontrado paralelismos entre los efectos que la ingravidez produce en el cuerpo humano y los cambios naturales que experimentan las personas a medida que envejecen.
La idea de enviar al espacio a un hombre tan mayor fue rechazada por algunos miembros de la agencia. Sin embargo, tras el visto bueno de los médicos se dio luz verde a su participación.
A sus 91 años, John Glenn sigue siendo un hombre activo. ¿Su fórmula? "Actitud y ejercicio. Es lo que te hace seguir adelante", asegura.
Para saber más:
NASA
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